sábado, 19 de junio de 2010

Los supervivientes a Sonia Arenas y Malena Gracia: "¡Qué raras sois en persona!"

Malena Gracia y Sonia Arenas llegaron a 'Supervivientes: Perdidos en Nicaragua' como un soplo de aire fresco para los concursantes. Aunque el recibimiento que tuvieron por parte de sus compañeros no fue muy enérgico, los supervivientes se alegraron muchísimo de la entrada de las dos rubias explosivas, sobre todo después de ver los alimentos que habían conseguido para el grupo. Eso sí, no se cortaron ni un pelo en espetarles lo "raras" que eran en persona.

La tradición marca que la entrada de nuevos concursantes debe ser con un salto desde el helicóptero y, aunque Sonia Arenas y Malena Gracia de momento son aspirantes a supervivientes porque sólo una de ellas se convertirá en concursante oficial, las dos rubias hicieron lo propio. La experiencia, según Sonia y Malena, fue "fuerte" pero "estupenda" a la vez.

Las dos supervivientes llegaron con mucha ilusión y muchas ganas de comerse la isla, por eso y por la experiencia vivida con José Manuel Parada, Jesús Vázquez tuvo que pedirles un favorcillo para evitar males futuros.
"Tenéis que poneros la mano en el pecho para prometer, por vuestra conciencia y honor, que no vais a dar ninguna información del exterior, nada de lo que ha pasado ni de lo que está pasando en España o en los programas, de lo contrario se tomarán medidas". Muy obedientes, Sonia Arenas y Malena Gracias pusieron la mano sobre su delantera y al unísono gritaron: "Juramos por nuestro honor que no vamos a decir nada de España".


Una vez recuperadas del salto del helicóptero, Jesús Vázquez les comentó que tenían una importante misión que cumplir y les advirtió que tendrían que meditar bien las decisiones que tomaran porque afectarían a todo el grupo.
El juego era muy simple, Sonia y Malena tenían ante sus ojos una botella de aceite, azúcar, un bocadillo de tortilla, café y harina. Para conservar estos alimentos debían cambiarlos por algo que perteneciera al grupo, de lo contrario lo perderían. El primer objeto fue el café, pero al tener que cambiarlo por el machete decidieron dejarlo. En el caso del azúcar, si lo querían debían renunciar a un bañador de Rafa, por lo que no dudaron en deshacerse del traje de baño.
Si querían el bocadillo de tortilla tenían que entregar una esterilla, en este caso fueron muy avispadas y entregaron una esterilla vieja y mojada para conservar el suculento bocata. La harina decidieron dejarla por no quitarle una olla al grupo y, finalmente, tras una ardua deliberación, decidieron apagar el fuego, después de que Jesús Vázquez les asegurara que los supervivientes tenían más cerillas, a cambio de una botella de aceite.
El reencuentro con sus compañeros
El presentador de 'Supervivientes' pidió a Sonia Arenas y a Malena Gracia que se escondieran hasta que llegaran sus compañeros y que una vez estuvieran todos en la isla los sorprendieran de una en una. La primera en aparecer en escena fue Sonia, que rápidamente se encargó de limar posibles asperezas con sus compañeros y explicándols que "yo no tengo la culpa de entrar en este momento, me hubiese gustado mucho empezar con vosotros". Seguidamente y de entre los árboles salió Malena Gracia.
La reacción de los supervivientes fue muy buena, aunque el recibimiento no fue muy enérgico, los concursantes se alegraron muchísimo de las dos nuevas incorporaciones, y tras avisarles de las penurias que iban a pasar a partir de entonces, no pudieron evitar gritar casi al unísono lo que realmente pensaban de dos rubias: "¡Qué raras sois en persona!".
Jesús Vázquez explicó a los supervivientes que, de momento, Sonia y Malena sólo son aspirantes a concursantes y que hasta la próxima gala tendrán que competir entre ellas hasta que la audiencia decida durante esta semana quién de las dos se convertirá en concursante oficial de 'Supervivientes' .

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